Personal
2024
Tepoztlán, Morelos
About Casa LL
Nestled beneath the slopes of Tepozteco, Casa LL rises as a monolithic structure that feels as though it has been sculpted from the very rocks of the mountain. Its geometric composition, marked by fragmented prisms, allows the house to expand and retract, creating spaces that breathe with both openness and solitude. These volumes, which seem to resist direct access, gradually reveal their beauty as one moves through the space, guiding the visitor in an unfolding journey.
The house opens generously towards the mountains, where large windows frame breathtaking views, honoring the inherent beauty of the landscape. The design plays with the concept of transition—narrow, compressed access points lead to an expansive opening, a shift from confinement to freedom as the interior opens up to a vast garden and the surrounding natural panorama.
Surrounding the garden are the home’s living and resting areas, including four bedrooms, which embrace the outdoors and create intimate connections with the landscape. The fragmented volumes that extend from the garden carve new patios, inviting in natural light, particularly in the late afternoon, creating ever-changing patterns of light and shadow across the house.
The careful integration of volumes and open spaces not only creates a home but a deep, intimate connection to the environment, enhancing the overall living experience and establishing Casa LL as a key example of how architecture can merge seamlessly with nature.
Photos Mariana Achach
Sobre Casa LL
Bajo las faldas del Tepozteco, Casa LL emerge como una estructura monolítica que parece haber sido esculpida de las piedras mismas del cerro, integrándose de manera natural al paisaje. La composición geométrica de la casa, con sus prismas fragmentados, permite que la casa se expanda y se retraiga, creando espacios que juegan con la amplitud y la soledad. Estos volúmenes, que parecen resistir el acceso directo, revelan su belleza de manera gradual a medida que se recorre el espacio, guiando al visitante en un viaje en constante descubrimiento.
La casa se abre generosamente hacia las montañas, donde grandes ventanales enmarcan vistas espectaculares, rindiendo homenaje a la belleza inherente del paisaje. El diseño juega con la idea de transición: estrechos pasillos de acceso dan paso a una expansión, un cambio de la compresión hacia la libertad, abriéndose hacia un extenso jardín y el panorama natural circundante.
El jardín rodea las áreas de descanso de la casa, que incluyen cuatro recámaras, las cuales abrazan el exterior y establecen una conexión íntima con el entorno. Los volúmenes fragmentados que se desprenden del jardín crean nuevos patios, invitando a la luz natural, especialmente al final de la tarde, generando patrones cambiantes de luz y sombra que modifican constantemente la atmósfera interior.
La integración cuidadosa de volúmenes y espacios abiertos no solo crea un hogar, sino también una conexión profunda con el entorno, consolidando a Casa LL como un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede fusionarse armoniosamente con la naturaleza.
A lo largo de su existencia, Casa LL ha atraído atención en diversos círculos, destacándose por su capacidad para fusionar de manera orgánica lo arquitectónico con lo natural, sin necesidad de ostentaciones. Este enfoque ha resonado en la crítica y ha sido apreciado en múltiples plataformas dedicadas a la arquitectura contemporánea, que han reconocido su sensibilidad hacia el entorno y su estructura, tanto desde una perspectiva funcional como estética.
Fotos Mariana Achach